29 septiembre 2005

Del negro al magma
Estas ahi erguida
sobre el hilo,
en el acantilado del orfebre
que ha tejido los hilos de plata
sobre tu carne,
que hace mas hermoso
el claustro en el que sucumbes
donde se pierden tus cascadas,
en la penumbra de un cuento
que se alimenta de tus sueños
que rasga las entrañas de tu mente
y estiran los latidos de tu voz,
dentro del angulo fatal
que son tus ojos,
de algas podridas
caen sobre tus pies de nada.
Estas ahi erguida
pero tu mitad inferior se eleva
hacia el magma,
del erebo inerte.
En estos dias
no sale el sol
sino tu rostro
en la laguna de la incertidumbre
donde caen los cuerpos
desde la estratosfera
como rocas de lata
aunque solo sean gotas rojas
en el cuerpo sombrio
del que te observa
a travez de tu cara
en la penumbra
de la sabia negra
que envuelve los gritos
y aullidos del que clama
palabras sin voz,
ellas no se sabran...
... sino las absorberas.


Noches
Y escuche la pedrada que fue tú voz
en mi mente,
y supe que siempre esperaste el
momento de morder mi corazón con
tus quijadas de odio y tristeza,
como el miedo que no se va
despues de la noche oscura,
y el silencio que queda
en la incertidumbre de mi alma
cada vez que te veo morir al llegar el alba.
Cuando el enemigo de tus frios
y tus oscuras tinieblas aparece en el mismo ser,
el que tú inundaste de odio.
Pero eso no te basta,
por que al ocaso, y
como el ave fenix renaceras de tus cenizas,
con tu reinado de oscuridad y
tinieblas...
... en gloria y majestad.

Penumbras
En el sonido de las oscuras aguas
se escuchan los gritos y pesares
de las almas que claman
por salir de la piel
de los hombres de poca fé
esperando que el capataz venga
en su busqueda
para atraerlos a un peor lugar
del que los cuerpos no están libres
ni menos el alma,
alguna vez tambien mi alma clamó
para ennegrecerme
desde lo profundo de mi ser
para cuando ya el acto se complete
se escape a...
... observar el cuerpo de la que espera
solo en el mundo
del cual salgo de vez en cuando,
sólo cuando...
... despierto en penumbras.

El monje
En sus lejanas catacumbas
el monje espera tras la espera
del que espera,
bajo el manto oscuro
de las armas y los encierros.
Espera,
monje frío y pasivo
que el día de enloquecer
ha llegado
tus negras ataduras no detendran,
el fervor ardiente
que explota en cada paso,
en cada mirada,
en cada rizo espigoso.
Tus dias se cuentan
tras el arenero reloj
de la abadia del terror.
No la dejes ir monje,
no la dejes
mañana tu honra comera humus
y tu carne alimentara la hoguera
por una pasión desenfrenada
y codiciada,
adios...
...en alma y carne.

28 septiembre 2005

Chiquilla
Chiquilla de ojos en flor
y voz de arcoiris
tù que te ries
tù que me encantas
tù que te enojas
de vez en cuando
si no te gustan mis actos.
Tù sabes
que soy yo el que te ve
a traves de tù cara
aunque no sepas
como estoy ni quien soy,
porque me cubro
con las cenizas que
caen de las palabras
que se queman
al contacto con tù piel
es como si estubiese lleno
de agua y sed de...
... calma y vacio.
Dueño de la vida
No soy dueño de la vida
aunque la vida nunca nos ha pertenecido
solo la muerte està en nuestras manos
solo nos falta el dìa
que es el que cada uno quiera
aunque el hombre pueda vencer a dios
y quitarse la vida
la muerte vencera
cada hombre hara su propia tumba
y llevara las palas en los bolsillos
y ayudara a la muerte
a enterrarse.
Y luego vendre a buscar a la muerte
y traere su cabeza
con su guadaña
y devorare sus gusanos
para que su alma fortifique la mia
para que destruyamos a los angeles
para que viva el deicidio
y bailar sobre la tumba de dios
e invocar su nombre al reves
esperando la noche sin temor
para sentir el olor a la muerte de los mundos
pasados y ambiguos
a cruces,
de sangre,
de oprimidos,
como moscas de agua oscura
que brotan de las oscuridades
del antiguo decenio
que se nos cae encima con sus puntapies
y hachas de sangre
en los ojos del que reza
ambiguos maleficios
queriendo espantar sus angeles
con los que ya fueron caidos
entre las malezas y los entierros
entre la tierra y las palas
entre la maldad de los mojes
y las muertes que los ocultan
entre sus dedos de polillas
y sus armas de cobre y oxido
nos morderan como langostas del apocalipsis
en el futuro que nos aleja del tiempo
de las sonrisas y de la historia verdadera
del que nos guarda y nos espera del otro lado
y no perdona si no llevas las monedas
entre los ojos
del que no ve màs que sangre y carne
tras el infierno
del capataz
del que todo lo sabe
entre los cardos de cristal...
...y los lechos de espejos.

Desde tù pezòn
Desde tù pezòn
caera el agua negra
que nos dara vida y muerte
desde tù pezòn
emanara el placer
que hara erecto el momento
en que se fusionen las almas
en la oscuridad de los cuerpos
que se queman al tocarse
y,
desde tù pezòn
se exalara
el suspiro final
que hara estremecer
los cuerpos de
fuego y lujuria
que se calmara
al son del humo.

¡¡¡ Mueren las almas!!!
Siento el olor a la sangre
de mundos pasados donde el soplido
del viento eriza el alma
como los gatos sienten el espiritu
de los muertos
y el frìo cala la mente
del ser y su vientre
que se contacta con
antiguos maleficios y
estupidos pesares
de las mentes que se
quiebran al filo del universo
donde el alma no nace,
sino,
termina de morir
en un lecho de cardos y espejos
en el que solo hay penumbras
y olor a batallas antiguas
donde se vivia para morir
y se moria para ver la
otra cara de los espejos
donde yacen miles y
el capataz espera
a los que estan por venir
en un futuro
no muy alejado del tiempo
en que,
mueren las almas.
Moscas
Mira,
vez como estos diminutos seres
rodean el olor de aquel
que esta en penumbras,
son moscas,
solo ellas saben lo que es sentirse presionado
por el aliento lugubre
y frìo de la muerte,
nadie màs sabe lo que
botaste despues de
aberte erguido desde el fondo
de la tierra,
ellas nos veran
morir y caer,
no al reves.

La muerte
Y vi caer tu sangre en el suelo
de la incertidumbre,
y tu aliento atraviesa mi alma
en penumbras, como si no estuvieras cerca de mi existencia,
en otro lugar del infierno,
donde no se queman las palabras
en donde tu voz no toca mis labios
sin aliento,
y tu alma se fusiona con mi espiritu
donde no existen los cuerpos
y el alma arde en el fuego de tu ser.
Y la muerte se siente cerca
de mi cara,
es cierto nuestros cuerpos han muerto.