12 mayo 2007

Manantial…



Es agradable ver

como esta arma

de doble filo te absorbe

con la pasión que envuelve

cada ves que la usas,

es inútil intentar dejarla,

por que siempre vuelve a su vaina

que genera latidos poderosos

que son de vida

y un día serán de muerte.

En este ultimo recuerdo

un hombre añil

cae en su extraño reposo

dejando correr un manantial

que surge de sus brillos incalculables

añorando su vieja arma

que degradada por la tierra

lo vigila en silencio

esperando una gota, una gota…

… de aquel manantial.