10 septiembre 2007

Ella y Yo


En estos días
no sale el sol sino tu rostro
que enciende la hoguera
en mi carne,
y me hace fríos eclipses
en los suelos banales.
Suave y calida
me baña en su seno,
me toma y deja
cual guijarro luminoso
en su cama de espadas
y en su vientre sabroso.
Enciende en mis ojos
la luz de los tuyos
y moja mi boca con un suspiro,
que cada espacio esté lleno
y rebose de tu ser,
que cuando los rayos nos toque
llegara el amanecer.