Manantial…

Es agradable ver
como esta arma
de doble filo te absorbe
con la pasión que envuelve
cada ves que la usas,
es inútil intentar dejarla,
por que siempre vuelve a su vaina
que genera latidos poderosos
que son de vida
y un día serán de muerte.
En este ultimo recuerdo
un hombre añil
cae en su extraño reposo
dejando correr un manantial
que surge de sus brillos incalculables
añorando su vieja arma
que degradada por la tierra
lo vigila en silencio
esperando una gota, una gota…
… de aquel manantial.